lunes, 6 de julio de 2015

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
FRENTE DE TRABAJADORES DE LA ENSEÑANZA “SAMUEL ROBINSON” MAESTRÍA: EDUCACIÓN; MENCIÓN DESARROLLO CULTURAL
MARACAY – EDO. ARAGUA




Integrante:
Lic. Gerson Olivo C.I: V.17.366.846
Responsable del Módulo I en Artes Circense: Profesora Oriettha López
Sección “D”

Maracay,  06 de Julio del 2015

EL ARTE CIRCENSE COMO PROCESO DE DESARROLLO Y FORTALECIMIENTO ARTÍSTICO EDUCATIVO EN ESPACIOS CONVENCIONALES O NO CONVENCIONALES DEL PUEBLO

El circo representa una importante parte de la cultura humana. El circo es el arte de la alegría, la diversión y el asombro.  Desde sus inicios el circo fue itinerante, viajero, llevando entretenimiento, color y sorpresas a cada pueblo al que visitaba. Hoy en día, las carpas de circo abrieron sus puertas más allá de las funciones e invitan a la gente a aprender un arte antes transmitido dentro de las familias circenses. De todas las actividades humanas, el arte posee las más inagotables posibilidades para la creación. Siendo el arte manifestación de la vida espiritual del hombre, expresión de los pueblos no puede estar ausente del proceso de formación integral del ser humano. De allí que la educación artística tenga un valor significativo, no queriendo decir que se le dé al arte la responsabilidad del proceso formativo en general. 
El valor del arte en la escuela radica en contribuir a la formación de hombres creadores y colaboradores, la revalorización de las culturas nacionales, como también apertura canales de expresión y comunicación; necesarios para el desarrollo de las personalidades individuales, y vitalización de la convivencia colectiva.
Las experiencias artísticas creativas, dinámicas, de contenidos emergidos de la realidad vital de los educandos, del mundo de sus intereses y necesidades; constituyen – unas veces- motivaciones ideales para iniciar procesos de aprendizaje integrado. Otras veces, son por si mismos el medio a través del cual se desarrolla ese proceso; constituyen, además, la forma de expresión creativa que puede coronar todo un proceso de aprendizaje; pero sobre todo puede propiciar logros conductuales de manera creativa. Y es cuando se vive una actividad artística -como agente creativa de la misma- no se está desarrollando un disciplina, sino se está satisfaciendo una necesidad espiritual innata al ser humano, muy gratificante, además de que por sí involucra funciones sensoriales y de expresión creativa. Cuando se satisface esta necesidad, cualquier conocimiento – al cual se haya arribado mediante experiencia creativa- es perdurable en la vida del sujeto.
El circo cuenta con una historia muy rica y las disciplinas que hoy son parte de esta rama del arte son consideradas –junto con la danza– unas de las más antiguas en el universo de las prácticas corporales del hombre, de la cual existen registros de hace más de 3.000 años. Prácticas como el contorsionismo, los malabares o las acrobacias estaban asociadas a un carácter mítico-religioso relacionado con la preparación de guerreros, rituales y prácticas festivas. Las «especialidades», tales como el circo, la danza o el teatro, empezarán a marcarse a partir del Renacimiento y la modernidad como consecuencia de procesos complejos que habilitan el pasaje de un sujeto del carnaval a un sujeto espectador.
El circo es un campo que a menudo se considera menor dentro de las artes escénicas y es frecuentemente estigmatizado en nuestro medio. Suele estar rodeado de cierto imaginario fantástico que produce efectos en la percepción de este «mundo», que va del espanto a la fascinación y es frecuente que se le reste importancia y se adjudique a una cuestión de moda su presencia en los ámbitos educativos, en este caso la escuela. Entre los autores que tratan el tema del circo en la escuela predominan algunos discursos que giran en torno a los siguientes

Justificación del circo en la escuela.

  Incide en la tan anhelada educación integral de los alumnos puesto que las diferentes situaciones motrices que se plantean suponen un desarrollo personal en todos los ámbitos (afectivo, social, motor y cognitivo).
  La actividad física del circo puede representar un contenido muy válido para dar respuesta a los diferentes contenidos y objetivos que se plantea la Educación escolar respondiendo a sus contenidos procedimentales, conceptuales y actitudinales. 
  La temática de circo se presenta como un contenido muy interesante para la Educación Física, puesto que se pueden trabajar todos los bloques temáticos que ésta quiere desarrollar en los alumnos. 
  Se presentan a continuación los siguientes bloques: control corporal, habilidades motrices, cualidades físicas, expresión corporal y actividades físico-deportivas.
  El circo como propuesta significativa para el desarrollo de los contenidos de la promoción y difusión de los potenciales existentes en los niños, niñas y adolescentes. 

Esta situación puede ser pensada simplemente como inclusión de nuevas actividades en el currículum que vengan a cumplir con los objetivos de la Educación de forma novedosa y atractiva, o bien –en un sentido más crítico– puede pensarse desde la creación, producción y transmisión de un nuevo saber del cuerpo en la escuela, proveniente del arte en su relación con la educación y la enseñanza. No nos interesa alimentar un activismo pedagógico por medio de un manual de movimientos que simplemente provea más actividades para los mismos objetivos. Si no ponemos en dimensión esta inclusión en el ámbito escolar en su relación con el arte, la cultura y el juego, terminaremos haciendo con nuestras prácticas de Educación más de lo mismo, rindiendo culto a las tradiciones médicas, militares, deportivas, gimnásticas, etcétera. Por eso proponemos alejar la pertinencia de esta área en la escuela basada en objetivos de aprendizaje motor y cognitivo, destreza corporal, desarrollo de las capacidades motrices como la coordinación, prevención de malos hábitos posturales, etcétera. El aprendizaje de las técnicas del circo sin duda va a implicar todas estas nociones en relación a lo corporal (y muchas más que no son mensurables), pero las ubicamos en un lugar periférico, como consecuencia y no como motor o eje central del trabajo. Destacamos para esta área la importancia del rol del profesor en tanto generador y habilitador de experiencias estéticas que potencien capacidades que los niños muchas veces traen, si comprendemos que la materia prima del circo está muy cerca de la cotidianidad del niño: la incoherencia del clown, la búsqueda constante de transformación del orden natural de las cosas, el movimiento desafiante, el contacto, etcétera. Queremos señalar, a su vez, un fenómeno que entendemos problemático dentro de las prácticas corporales y que se hace evidente en el ámbito del circo y particularmente en el de las acrobacias. 

Resaltaremos algunos puntos fundamentales que a nuestro entender deberán orientar el trabajo del circo en la escuela y que giran en torno a los siguientes ejes:
• Contribuir en colocar a los alumnos delante de este patrimonio de la cultura corporal de la humanidad entendida como un saber cultural tradicional, sin reducirlo a un conjunto de técnicas utilitarias al desarrollo de las capacidades del cuerpo, sobre las que ha predominado históricamente una mirada anátomo-fisiológica. 
• Abordar el contenido en sus dimensiones creativa, técnica y compositiva (ninguna de estas tres dimensiones puede faltar en una disciplina artística).
• Brindar una experiencia corporal rica que potencie la risa, la expresividad, el placer, el juego, la comunicación y el trabajo en conjunto.
• Enfrentar a los sujetos a desafíos corporales ante situaciones infrecuentes, tanto en las distintas posiciones corporales como en el trabajo con los objetos.
• Potenciar el trabajo individual y grupal mediante el contacto corporal cooperativo y las ayudas.  
• Brindar un trabajo global sobre la formación corporal entendiendo el desarrollo de las capacidades como habilitante de aprendizajes y cuidado del cuerpo frente a un trabajo exigente. 
• Poner en juego una experiencia estética a partir de un trabajo desde lo sensible (los sentidos, lo plástico).
• Promover experiencias escénicas comprendiendo la riqueza del aprendizaje para ambos roles implicados (quien expone su trabajo y quien observa). 
• Enfatizar el respeto mutuo de cada rol, que no se limita a una dualidad productor consumidor, sino que es entendido como un momento distinto del proceso creativo del que todos son parte. 
• Generar oportunidades de realizar un trabajo interdisciplinario con otros agentes implicados en la escuela (docentes, padres).
Es importante recordar la riqueza del trabajo interdisciplinar con las maestras y demás docentes (si la escuela cuenta con profesores de danza, plástica, música, narrativa, teatro) o con padres que brinden ayuda en la preparación de la función.  La coordinación y ejecución de una función de circo es un trabajo en equipo en el que todos los involucrados tienen un propósito en común y trabajarán juntos para llevarlo a cabo si se asume el compromiso y la responsabilidad.

Algunos momentos del trabajo en la Escuela

Búsqueda de propósitos en común entre los involucrados
• ¿Qué quieren mostrar?
• ¿Con quiénes se cuenta? ¿Participa toda la escuela, algunos grupos, una clase?
• ¿De qué materiales se dispone?
• ¿Dónde se llevará a cabo la presentación?
• ¿Qué disciplina elige cada uno?
El grupo podrá elegir algo que pueda ser narrado, por ejemplo, «el circo en el transcurso del tiempo», «un cuento literario», «homenaje a los circos criollos», etcétera. Si no se elige una historia o un tema, el trabajo se puede crear a partir de las improvisaciones realizadas en clase, pasando por un proceso de selección y ensayo. Se puede elegir presentadores o personajes que actúen como hilo conductor de la función, quienes, a la vez que presentan los números, hacen intervenciones cómicas y dan espacio para entrar y sacar los objetos escenográficos necesarios. 

Trabajo de improvisación a partir del tema planteado

Una vez que los participantes eligen en qué técnica comenzar sus creaciones, se puede agrupar las disciplinas y orientar el trabajo de cada subgrupo (los acróbatas, los malabaristas, los payasos, etcétera). Algunas pautas generales que pueden enriquecer las secuencias:
• De espacio. Atención a la mirada y ubicación de cada niño en la escena. No amontonarse, no dispersarse demasiado, no esconderse detrás de otros, etcétera.
• De tiempo. Manejar conscientemente el ritmo de la escena. Si se sigue una música o se marcan contrastes con ella (música rápida-movimientos lentos u otras formas de marcar independencia del movimiento corporal y el ritmo de la música).
• Energía. Decisiones sobre la fluidez en los movimientos, enlaces entre un gesto y otro. Intencionalidad de los movimientos–cortantes, bruscos, suaves, armónicos, etcétera– en función del motivo de la obra.
• Incorporación de personajes. De forma individual o grupal: «somos artistas de un circo del siglo pasado, raperos, oficinistas», etcétera. El vestuario elegido ayuda al momento de la caracterización. Utilización de imágenes. Pueden orientar el proceso de los puntos desarrollados arriba. Una imagen de una playa, de un bosque, de una carrera de autos, etcétera, transmite distintas sensaciones que se traducen en la intencionalidad de una secuencia.
• Filmación y fotografías. Son recursos que pueden ayudar a mejorar la ejecución y a visualizar mejor la dinámica de la obra. Con el material generado se puede armar una secuencia de imágenes que se proyecten en la función. 
 Distribución de tareas 
Es importante llevar un registro de los encargados de cada área y que todos estén comunicados, así como organizar grupos que se encarguen de todo lo que será necesario:
• Escenografía
• Diseño de vestuario y maquillaje
• Maquillaje (involucrar a los padres)
• Relaciones públicas

Composición global de la obra
Enlace de las distintas disciplinas. Determinar principio, desarrollo y final. Cuidar los ritmos, la progresión en la dificultad, la entrada y salida de los materiales necesarios, los participantes involucrados (si alguien hace varias cosas cuidar el tiempo de preparación, etcétera)
Iluminación
• Difusión del evento (cartelera, email, entre otras)
• Registro fotográfico y audiovisual


Diferentes dinámicas para trabajar el Arte Circense en los niños y niñas de inicial y primera etapa de educación básica 
Se entiende que una fiesta de circo y payasos debe tener juegos de mucha risa. Prueba los siguientes:
1. Domador de leones. Un jugador con los ojos vendados se sitúa en el centro de un círculo de niños. Hay que desorientarle un poco dándole vueltas. Los leones se escapan por toda la habitación y el domador debe encontrarlos. Cuando atrape uno, este niño pasa a ser domador.
2. Tigres dormidos. Los niños están todos tumbados en el suelo, haciéndose los dormidos. En cuanto uno se mueve, queda eliminado. El último en no moverse gana.
3. Payaso chistoso. Pide a los niños que vengan de casa con algún chiste aprendido. Si no se acuerdan de ninguno, se lo enseñas en el último momento. Aquí, encontrarás chistes sencillos para niños. Los pequeños se sientan en el suelo. Por turnos, deben pasar a escena y contar su chiste. 
4. Payasos habilidosos. Apila en una mesa apoyada contra una pared unos cuantos envases de yogur vacíos formando una pirámide. Coloca a los niños en fila a cierta distancia. Con 3 pelotas pequeñas, cada niño debe tumbar todos los botes. 
5. Revolución en el circo. Divide a los niños en 4 equipos (elefantes, leones, perros y caballos). Todos tienen los ojos vendados y deben encontrar a los miembros de su equipo haciendo el sonido que les identifique. El primer equipo que consiga reunirse, gana.
6. Concurso de volteretas. Divide a los niños en 2 equipos que se colocan en 2 filas indias. El juego consiste en recorrer cierta distancia haciendo volteretas. En cuanto un niño llega a meta, el siguiente sale. Gana el equipo que termina primero.
Actos de comedia
Un espectáculo circense debe incluir muchos actos cómicos. Estos actos pueden tomar una situación ordinaria y convertirla en una comedia con algunas acciones bobas (como un caminar gracioso), artículos divertidos (como una gallina de goma) y algunos chistes o bromas. Por ejemplo, dos payasos que intentan conversar, pero que a menudo escuchan mal, similar al juego del teléfono, es algo seguro para hacer reír a la gente. Cuando uno diga "Cuido el negocio", el otro payaso puede contestar "¿Cuidas un oso? ¡Me encantan los osos!". Otro acto puede ser más físico. Por ejemplo, un payaso que juega a dar brincos de rana puede sacar provecho de su compañero que está inclinado y darle una patada (falsa, por supuesto).

Otros actos circenses

Incluye una combinación de otros actos circenses para añadir variedad al espectáculo. Por ejemplo, incluye un acto de equilibrismo, en donde un equilibrista camine sobre una cuerda floja o una cuerda para saltar sobre el césped. Un acto de domador de león, con un niño disfrazado con tela de leopardo y otro niño como el domador, será un acto que se puede hacer entre los actos cómicos. Otros, como presentaciones de baile, actos de aros, malabarismo y demás, hacen el espectáculo más entretenido.
Nosotros como promotores socioculturales debemos entender el gran papel que hoy nos toca enfrentar en nuestra sociedad somos nosotros los únicos capaces de mejorar la situación actual que viven distintos pueblos del mundo (la exclusión, el odio, la drogadicción, entre otros) muchos antivalores hoy en día amenazan las millones de familias, que solo esperan un cambio verdadero. Es hora de que nos enfrentemos a esa realidad, es hora que nuestros métodos de enseñanza puedan disminuir el proceso de globalización que amenaza muchas de nuestras culturas y tradiciones. Hoy gracias a este módulo puedo decir que las artes circenses juegan un papel innovador para la educación, ya que a través de esta técnica podemos promover una sociedad con más luz, más colores, alegrías y sonrisas que poco a poco incidirán en un cambio social. Sumémonos cada vez más a este arte que para los niños y niñas es motivo de alegría y libertad. 
Trasmitirle a los alumnos una nueva experiencia artística basada en el Circo, uno de los artes más antiguos de la tierra, que en su mayoría está basado en el movimiento del cuerpo, de una manera gimnastica y de una manera artística, este arte le permite a la persona adquirir elementos de expresión y le abre las puertas a la creatividad, la creatividad exige al menos el respeto de ciertas convenciones para que el circo no pierda su alma. Enseñar las artes del circo no es simplemente hacer adquirir a los alumnos habilidades específicas, es ante todo confrontarlos, en la práctica a los valores de la ciudadanía de autonomía y de responsabilidad.
Promover un espacio de recreación, encuentro  e  intercambio, entre los alumnos, beneficiando el desarrollo de la solidaridad entre los padres y con la propia institución; posibilitando la participando del alumnado en eventos públicos y en otras Instituciones Educativas, promoviendo así ese gran potencial artístico cultural existentes en cada uno de esos espacios e instituciones.
Se trata hoy de construir efectivamente un colegio para todos, esta necesaria obligación “de no dejar de lado a ningún alumno”, las artes del circo lo permiten favoreciendo la participación de ambos sexo, de cualquier contextura física y con capacidades diferentes. La escuela es el lugar privilegiado de inclusión social para todos los/as niños/as y jóvenes. Su misión es poner a disposición de ellos/as una selección del capital cultural con el que cuenta la sociedad en un momento socio histórico determinado. La educación de una población en particular supone una selección de la totalidad cultural; esto es, una selección de saberes considerados necesarios y convenientes para transmitir en forma sistemática. Dicho recorte de la cultura se constituye en contenido a enseñar.
En la Educación escolar, las prácticas corporales y motrices de la sociedad se constituyen en saberes a transmitir por parte de la escuela. La selección de las prácticas más significativas y relevantes se constituirán en contenidos a enseñar a todos/as los/as niños/as y jóvenes que transitan el sistema educativo. En el marco de los materiales curriculares que dan origen a los diseños curriculares elaborados por cada jurisdicción, y en función de los contenidos seleccionados para su enseñanza en la escuela, es posible generar un proyecto que integre una serie importante de contenidos de la Educación: el circo.
Hacer referencia al circo es hacer referencia a una manifestación cultural que nos ha precedido y nos trasciende. El circo como expresión cultural adquiere significado y se constituye en esencia motivacional para los/as alumnos/as de la escuela. Como experiencia educativa permite seleccionar entre los contenidos propios de la Educación, aquellos que posibilitan llevar la experiencia a cabo y, sobre todo, cumplir con los objetivos del área en el nivel educativo elegido.



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