República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la
Educación Superior
Frente de Trabajadores de la Enseñanza
“Samuel Robinson”
Maestría en desarrollo cultural
Maracay. Estado- Aragua
Facilitadora: Prof. (a). López, Oriettha.
Participante:
Prof. Reyes Quintero, Jhon
Jairo
C.I. 12853290
Sección “D”
Maracay, Junio de 2015
Línea del tiempo sobre el
Circo Criollo
El circo criollo fue el primer espectáculo que puso en juego
algo de la identidad sudamericana, por haber sido el primero que dejó de imitar
las artes provenientes de Europa, tiene sus inicios a mediados del siglo
XVIII en Argentina y Uruguay.
El Circo Criollo, como espectáculo, tiene
por excelencia dos partes; la primera es la escena acrobática, donde los
artistas se exponen arriesgando sus vidas para mostrar a la audiencia sus
habilidades. En la segunda parte se representaba una obra de teatro, mejor
dicho, un drama criollo.
La denominación de circo criollo responde
al carácter humilde y las representaciones autóctonas que los caracterizaban.
1757, acróbatas y volatineros como Arganda en el coliseo
de Aguiar y Sacomano en Buenos Aires, Joaquín Duarte, Joaquín Oláez y Gacitúa y
la familia de Fernando García que actuaban en la Plaza de Toros de Retiro o en
el Circo de la Alameda.
Le siguieron en 1776, el volatinero Joaquín
Duarte y en
1785 Joaquín Oláez y Gacitúa.
Un viajero inglés con el pseudónimo de
Englishman, da cuenta de la existencia del Circo Bradley, que ofrecía actos de
jinete y payaso hacia 1820, quizá el primer documento en el que se narran
espectáculos ecuestres.
Hacia 1836 comenzaron a aparecen los volatineros
criollos.
Los hermanos Podestá fueron
contratados en Montevideo por Pablo Rafetto en 1877 para realizar acrobacias y allí
nació el personaje de José Podestá "Pepino el 88".
En 1880 los hermanos Podestá se embarcaron hacia
Buenos Aires, difundieron enormemente los temas gauchescos y los
aires musicales.
El verdadero circo criollo nació 1886 cuando los hermanos Gerónimo y José Podestá hicieron la representación la obra
de Eduardo Gutiérrez Juan Moreira.
A partir de 1886 comenzaron a denominarse
circos "de primera parte" a los que solo ofrecían números de pista y
circos "de primera y segunda parte", los que ofrecían luego una
representación teatral.
A partir de aquí surgieron otros circos
criollos de fines del siglo XIX, como
el Circo Ecuestre, el San Carlos, Circo Argentino, Circo Paysandú o el Circo
Pabellón General Lavalle. En la primera década del siglo XX
tenemos el Queirolo, el Anselmo, el Giani, el Unión, el Fassio, el
Saporitti, el Sarrasani o el Alarcón.
En 1918 se funda el Nuevo Circo de Caracas, donde
se celebraban faenas taurinas. Pero en los alrededores de este espacio, donde
grupos de artistas ponían en práctica “El circo de calle”. Estos artistas
ejecutaban obras circenses y actividades lúdicas recreativas para el agrado de
los niños y publico en general.
Esta modalidad se extendió al resto del
país, en especial a las zonas centrales y occidentales.
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