República
Bolivariana de Venezuela
Ministerio
del Poder Popular para la Educación
Frente
de Trabajadores de la Enseñanza “Samuel Robinson”
Maestría
en Educación Mención: ”Desarrollo
Cultural”
LINEA DEL TIEMPO DEL CIRCO CRIOLLO
Profesor Darío Navarro
26/06/2015
Profa: Oriettha
López
CONCEPTO DE CIRCO
Un circo es un espectáculo artístico, normalmente itinerante,es decir, que se va moviendo de lleno y con toda su estructura
•por
diversos pueblos y ciudades por ejemplo, en el cual, adiestradores, animales,
payasos, acróbatas, magos y otros artistas realizan sus respectivos números en
los cuales les muestran al público sus habilidades. Puede incluir acróbatas, malabaristas,trapecistas, payasos, mimos, magos, tragafuegos,
adiestradores de animales y otros artistas. Es presentado en el interior de una
gran carpa que cuenta con pistas y galerías de asientos para el
público. Las pistas de los circos suelen ser áreas circulares donde se
presentan las funciones; por consiguiente, el circo de tres pistas es
considerado más atractivo por la variedad de espectáculos que se disfrutan al
mismo tiempo. El circo representa una importante parte de la cultura humana,
una noble empresa construida a lo largo de muchos siglos, prácticamente desde
que el hombre empezó su cultura―. (Eduardo Murillo en Jané et al, 1994: 35).
•HISTORIA ANTIGÜEDAD
•La
historia del circo se remonta al legado cultural dejado por algunas de las
civilizaciones antiguas, desde el lejano
oriente (China,Mongolia, India, etc.), hasta el occidente próximo
(Grecia, Roma, Egipto, etc.). En estas sociedades, aproximadamente 3.000 años
atrás, algunas de las actividades que hoy relacionamos como parte del contenido
circense, como la acrobacia, el contorsionismo o el equilibrismo, tenían una
utilidad altamente relacionada con la preparación de guerreros, con los rituales
religiosos y con las prácticas festivas (Viveiro de Castro, 1998).De acuerdo
con los antropólogos Blanchard y Cheska (1986: 67), la práctica de la acrobacia
se remonta a la cultura mesopotámica, con un pasado de más de 3000 años. En ese
momento, según estos autores, el acróbata competía «consigo mismo, con las
fuerzas de la naturaleza y con sus propios compañeros de tribu».
••Grecia: los
gladiadores en su búsqueda particular por demostrar gran fuerza, realizaban
juegos malabares con objetos de gran porte (en su mayoría pesados), como las
ruedas de los carros, por ejemplo.
•
•En la cultura griega,
y en otras del mismo período, las mujeres también «malabareaban», como se puede
apreciar en algunas ánforas y jarrones griegos o en los grabados de las tumbas
egipcias
•Los historiadores
afirman que el circo criollo fue el primer espectáculo que puso en
juego algo de la identidad sudamericana, por haber sido el primero que
dejó de imitar las artes provenientes de Europa, tiene sus inicios a
mediados del siglo XVIII en Argentina y Uruguay.Los antecentes
de espectáculos circenses en la zona del Río de la Plata se remontan a 1757,
acróbatas y volatineros como Arganda en el coliseo de Aguiar y Sacomano en
Buenos Aires, Joaquín Duarte, Joaquín Oláez y Gacitúa y la familia de Fernando
García que actuaban en la Plaza de Toros de Retiro o en el Circo de la Alameda,
también el Circo Bradley, que ofrecía actos de jinete y payaso hacia 1820, y el
circo de José Chiarini. Hacia 1836 comenzaron a aparecen los volatineros
criollos.
•. A través del circo
criollo se dio a conocer el pericón en reemplazo del folclórico gato, y
popularizó otros ritmos musicales tradicionales, rescatando a muchos de ellos
del olvido. A partir de 1886 comenzaron a denominarse circos "de primera
parte" a los que solo ofrecían números de pista y circos "de primera
y segunda parte", los que ofrecían luego una representación teatral. La
denominación de circo criollo responde al carácter humilde y las
representaciones autóctonas que los caracterizaban.Sus giras acercaron las
primeras experiencias teatrales a poblaciones alejadas de la capital, así como
costumbres y usanzas rurales al público de la ciudad. Su creciente popularidad,
así como la expectativa generada por la llegada de un nuevo espectáculo, motivó
a numerosos autores dramáticos.
•A fines del siglo XIX
surgieron numerosos circos criollos argentinos como el Circo Ecuestre, el San
Carlos, Circo Paysandú o Circo Pabellón General Lavalle, y en la primera década
del siglo XX el Queirolo, el Anselmo, el Giani, el Unión, el Fassio, el Saporitti,
el Sarrasani o el Alarcón, entre otros.
•En 1840 nació
Sebastián Suárez a bordo de una embarcación en jurisdicción brasileña, aunque
sería anotado en Buenos Aires. Siendo niño ve al Circo Olímpico de Juan
Lippolis, y ese encuentro lo lleva a buscar materiales como bolsas de
arpillera, a las que desarma y vuelve a armar extendidas para confeccionar su
propia carpa de espectáculos.En cada presentación circense de la zona Sebastián
Suárez aprende trucos y técnicas, utiliza maquillaje y ropas estrafalarias y se
convierte en tony. A la entrada coloca un cartel que dice: "Circo Flor
América". Así nació el primer circo de Buenos Aires, al que luego
Alejandro Rivero (yerno de Sebastián Suárez) bautiza Circo Unión y luego el
Circo de los 7 Hermanos. Los hermanos Podestá fueron contratados en Montevideo
por Pablo Rafetto en 1877 para realizar acrobacias y allí nació el personaje de
José Podestá "Pepino el 88".7 Luego, con su compañía el Circo Arena,
recorrieron Uruguay y en 1880 se embarcaron hacia Buenos Aires. Difundieron
enormemente los temas gauchescos y los aires musicales
•Tras la decadencia de
estas civilizaciones antiguas, principalmente las occidentales, las artes
corporales (teatro gestual, danza, gimnasia y circo) se «eclipsaron», perdiendo
su interés entre la población. Posteriormente, en la Europa de la Edad
Media, las artes corporales empezaron a recobrar su espacio, volviendo poco a
poco a la realidad ciudadana. Pero fue en el Renacimiento, cuando los
artistas circenses volvieron a tomar los pueblos, las calles de muchos países
europeos, ampliando el status social de dicha cultura. De acuerdo con Soares
(1998: 55), el circo en el Renacimiento «deslocava os habitantes das vilas
e cidades das rotinas binárias do trabalho e do descanso», consolidando en una
práctica que rompía con el orden institucional, divergía del concepto
utilitario y visaba sobre todo «a diversão», la risa descomprometida de la
función educativa, buscando encantar y entretener el público. En este período
las «troupes de saltimbanquis» ya incluían en sus espectáculos la música, el
baile, los cuentos populares, las narraciones épicas, los títeres, además de
las habilidades clásicas como la acrobacia y los malabares (De Blas y Mateu,
2000).1 En este momento imperaba una forma «libre» de exploración de las posibilidades
corporales (Annie Fratellini en Unesco, 1988: 27). En muchos pueblos se llegaba
a acoger a los artistas itinerantes, ofreciéndoles un lugar para presentar sus
espectáculos, como atracción de los acontecimientos públicos importantes. De
forma lenta, pero sólida, se pudieron formalizar itinerarios, caminos por los
cuales miles de artistas solían pasar durante todo el año.2 En la opinión de
Coasne (2004: 41), el circo contemporáneo se caracteriza por una mezcla de
prácticas, de las cuales podemos destacar la música, el teatro, la pantomima,
la acrobacia, la gimnasia, etc. Se trata de un modelo artístico de circo, en el
que la técnica está al servicio del arte, de la expresión.
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