miércoles, 8 de julio de 2015

Ensayo sobre las artes circenses por Maestrante: Andrea Hernández

METODOLOGÍA DE TRANSFORMACIÓN SOCIAL 
"LAS ARTES CIRCENSES"

Nuestra sociedad se evidencia hechos y actitudes violentas alterando la convivencia. El punto crucial, es la manera como se abordan para resolverlos, ya que dependen sus consecuencias. Resolver con violencia los conflictos lleva a la destrucción de la persona y la sociedad. Ante esta situación, es responsabilidad ciudadana plantear espacios comunitarios que promuevan y establezcan una fuerte conexión entre el ser y el desarrollo de la conciencia colectiva ya que docentes, padres, ciudadanos tiene un papel protagónico y participativo en la sociedad. 
El aprendizaje basado en proyectos novedosos como es la intervención social desde las artes circenses es una práctica educativa, que genera múltiples beneficios, entre los que cabe destacar: la participación activa del niño en la creación de su propio conocimiento y que es un método que estimula el trabajo colectivo haciendo que esta reconozca y se haga parte del proceso sorprendiéndose y encantándose con este arte, aquí el recuperar espacios públicos para las prácticas es acercar el circo a la comunidad y de potenciar la participación de los niños, niñas y jóvenes. Es así que se espera que, a través del circo, se logren generar factores socializantes y protectores capaces de ayudar a evitar las diversas conductas riesgosas que el entorno produce, como la violencia, la drogadicción, la delincuencia. Como también generar un espacio de reflexión acerca de las necesidades e intereses de los diversos participantes, donde se incentive el dialogo, donde las competencias del activador como catalizador de procesos cobra una importancia relevante para ello. 
El Circo Social es un proceso de enseñanza-aprendizaje de técnicas circenses que tiene como finalidad la inclusión de personas en situación de riesgo social y el desarrollo de comunidades. En una propuesta pedagógica de este tipo se consigue estimular la creatividad y promover las aptitudes sociales de los participantes. Estos pueden mejorar y desarrollar sus facultades relativas a la cooperación, la solidaridad, el esfuerzo, la superación, la comunicación, la autoestima y la participación a partir del aprendizaje de técnicas como el trapecio, la acrobacia, los malabares, los equilibrios y su posterior muestra. El circo contribuye al desarrollo físico y mental de los niños y jóvenes se refleja también en la larga lista de aspectos que se tratan de forma indirecta en la práctica de las diferentes disciplinas, como la cooperación, el trabajo en equipo, la toma de responsabilidades, el respeto mutuo, la asertividad, la resolución de conflictos, la superación personal o la aceptación de las propias limitaciones. 

 Considerando que las actividades circenses pertenecen al grupo de las actividades motrices expresivas (Parlebas, 2001; Lavega, 2002, Invernó, 2003 y Larraz en Lagardera y Lavega et al., 2004), los juegos circenses también contemplan el aspecto estético, creativo y expresivo de la motricidad, impulsando el “dominio corporal y estético”, aspectos que según Huizinga (1972) deben ser desarrollados con plena conciencia dado que conforman parte esencial del juego. Además, estos juegos conforman una importante herramienta de desarrollo de las relaciones socioculturales de forma placentera (Borja, 1980; Caillois, 1958). Algunos de los juegos que describimos a continuación fueron extraídos de obras propias del ámbito artístico-circense, otros de la literatura especializada en el juego, sin embargo, gran parte de ellos nacieron de la experiencia personal obtenida en los encuentros (festivales, convenciones, etc.) de Circo y del intercambio con nuestros alumnos a lo largo de los últimos años. Algunos incluso, fueron diseñados expresamente para los cursos que impartimos con regularidad, intentando que la muestra fuera diversificada y completa, tanto respecto a las diferentes modalidades circenses (malabarismos, acrobacia, equilibrismos, etc.) como en función de los principios que nos ofrece la clasificación parlebasiana de las prácticas motrices: juegos psicomotores (P), socio motores de colaboración (SC), socio motores de oposición (SO) y socio motores de colaboración-oposición (SCO) (Parlebas, 2001). Tal y como se señala en el Libro Abierto de Circo (2004), también lo hacen autores como Aguado y Banegas (1989) y Babache (1995 y 1996), estos juegos circenses despiertan sensaciones y producen una motricidad que ayudan al desarrollo de varios aspectos de la conducta humana asociada o no con las actividades del Circo. Otra de las características es la capacidad que el circo posee para sensibilizar y hacer parte a la comunidad de este proceso, a través las diversas muestras que en el circo va desarrollando que permiten generar reflexión, discusión y participación de cada uno de los miembros del grupo ayudando a despertar su imaginación, su creatividad, potenciando un proceso individual y colectivo acerca de que es lo que van a preparar para mostrar a la comunidad, esta es una de las características relevante del circo social, ya que como fue mencionado anteriormente, permite sensibilizar y movilizar a la comunidad desde lo individual hacia lo colectivo. Así mismo, podríamos decir que la transformación social equivale a la reducción de las desigualdades y exclusiones al incremento de la justicia social que comienza en las necesidades de las grandes masas desposeídas que a través del aprendizaje significativo responden a sus objetivos y valores de participación, organización y formación para la acción de trasformación y cambios. Si entendemos que la educación es la acción de hacer lo mejor para compartirlo en la sociedad.

 Comprendiendo que el conocimiento y la educación es un proceso social de carácter colectivo que se adquiere a través de la socialización e interacción del medio donde el sujeto hace vida. Esta práctica permite la reflexión constante del participante y la interacción con el resto a través de la socialización de sus momentos que conllevan a superar las dificultades y lograr el objetivo planteado mejorando cada día su habilidad y destreza, en la técnica que más le gusto de las diferentes disciplinas de este maravilloso arte circense esto contribuye a la participación ya que unas de las trabas es la intolerancia, la misma es superada a través de las practicas del arte circense donde se adquiere una cultura de dialogo y debate de ideas, acuerdos tolerancia, ayuda mutua, respeto, compañerismo, solidaridad y confianza que determinarán un clima de convivencia comunitaria capaz de desarrollar proyectos y programas sustentables para el desarrollo comunitario. Cabe destacar que el Circo como nueva metodología de transformación social debe ser un ejercicio político no como política partidista sino desde la influencia constante de esta herramienta que puede generar un espacio de participación libre y permanente ganado para la inclusión donde cualquiera pueda aprender, opinar, ayudar, respetar, ser, crear y creer en lo que queremos y hacemos. El circo es un espacio donde se manifiesta los derechos de los niños, niñas y adolescentes y se hace consciente que el cuerpo humano no es un objeto si no es un instrumento de comunicación que debemos cuidarlo y conectarlo con nuestra mente, también permite potenciar la resolución de conflictos. Esta toma de conciencia representa un paso importante, en su trayectoria de vida ya que la misma le permitirá cuidarse a sí mismo y a sus compañeros, desarrollando su capacidad de juicio frente a las circunstancias propia de la vida. El conocimiento de las artes circenses abre un mundo de posibilidades a los participantes desde ser un espectador hasta orientarse a los oficios del espectáculo, de hecho estas artes también actúan como protectores de alguna situación traumática como el uso de drogas, alcohol, violencia, inestabilidad o exclusión. Porque los que viven en exclusión social encuentran en ellas un reflejo positivo y constructivo de su propia marginalidad, así como medio de valorizarla. Las prácticas de las disciplinas circenses privilegian la invención y creatividad, se trata de un medio de liberar, controlar y estructurar su imaginación, permite que su creatividad florezca y se manifieste sin pretender normalizar los aspectos marginales de los participantes. Al contrario estas prácticas son herramientas para comunicarse con su entorno, comunidad y sociedad desde su marginalidad, el circo social valoriza la diversidad de la misma forma que ningún ser humano es igual a otro, el mismo es accesible a todos.

El circo social tiene un enfoque basado en la superación y realización personal a través de sus fuerzas y sus capacidades, vinculada íntimamente a la autoestima y a la capacidad propia para ejercer un control sobre el entorno, ejemplo Los jóvenes que se encuentran intercambiando los bolos en las paradas, semáforos, estos bolos no son solo accesorios de malabarismo, sino un medio para mejorar la comunicación donde se establecen un escenario antes del ejercicio y respetarlos durante la ejecución, coordinando sus movimientos, los bolos pasan de ser un material lúdico a una herramienta relacional. Exponiendo públicamente sus talentos. Esta intervención psico –socio –circense, muestra la fortaleza del circo a través de las siguientes herramientas creatividad, risas, jugar, movernos, crear y creer. Ya que estos placeres son elementales, básicos e importantes como es la risa unos de los placeres físicos de la vida, todo el cuerpo vibra, se sacude y al mismo tiempo se altera profundamente el ritmo de la respiración suele ser sonora, todo el organismo está ocupado en expresar alegría. La risa también produce energía y favorece el intercambio de oxigeno y anhídrido carbónico. Asimismo, la risa aumenta la actividad muscular, que a su vez estimula el sistema cardiovascular las practicas circenses son como la risa que te estimula dando bienestar y relajación a nuestro ser al igual que los movimientos, que desarrolla la conciencia sensorial de las sensaciones de movimiento en el cuerpo permitiendo ser consientes de los hábitos motores logrando tener equilibrio, vitalidad y espontaneidad cuando nos movemos: El movimiento es importante para el aprendizaje y el desarrollo del pensamiento. La practica constantes de ejercicios, facilita la construcción de redes neuronales. Cuando se activan las neuronas por acción del aprendizaje se produce mielina, que de acuerdo con Ibarra (1999), es una sustancia que incrementa la velocidad en la transmisión de los impulsos nerviosos, aísla, protege y asiste la regeneración de los nervios cuando han sido dañados: por ello, a mayor mielina, más rápida la transmisión del mensaje, es por ello que la aplicación de las artes circenses propicia un notable mejoramiento del aprendizaje ya que involucran movimientos corporales, los hemisferios cerebrales y los ojos. De hecho el jugar es una actividad del arte circense en la cual los niños y niñas pueden comunicarse, expresarse: es la combinación del pensamiento y acción que brinda satisfacción y sentimientos de logro. El juego ayuda al niño, niña en el desarrollo físico, mental, emocional y social. El juego no es solo un pasatiempo, es una manera de aprender a vivir. El circo se utiliza como herramienta para vencer los temores, asumir riesgos, desarrollar la perseverancia y trabajar en equipo. Las técnicas teatrales son enseñadas y aprendidas de una manera lúdica y espontánea donde los niños entran a un mundo de imaginación en el que aprenden a expresarse con seguridad y armonía. En este sentido, la expresión corporal y vocal, la improvisación y el maquillaje artístico y el clown son utilizados para aprender desde el juego. En estas diferentes áreas, van a poder ver, sentir, manipular y experimentar. Una de las mejores maneras de que aprendan los niños es riendo y divirtiéndose y el valor de ese aprendizaje es significativo, vivencial (Inteligencia Kinestésica Corporal) cuya experiencia nunca se olvida. Es de vital importancia hacer de los espacios públicos como: plazas, parques, calles, canchas, complejos culturales entre otros, un encuentro para la transformación desde el quehacer cultural por que no solo en las escuelas debe hacerse, la comunidad es responsable de la promoción, ejecución y desarrollo desde esta intervención que muestra la fortaleza del circo como herramienta de acercamiento a niños, niñas y adolescentes. En tal sentido, se considera las artes circenses, que aplica para una sana convivencia, un espacio para vivir y resolver problemas, desde el seno de las comunidades para lograr la reflexión y cambio actitudinal en sus habitantes, logrando una sociedad sana y funcional a través de la conciencia colectiva que tengan todos sus ciudadanos; y que tal conciencia se crea desde la promoción, ejecución y desarrollo de las artes circenses. El circo es una herramienta transformadora. Desde la antigüedad el circo convoca al pueblo, surge del pueblo, y por lo tanto tiene una afectación directa en el pueblo, y con eso es que vamos a trabajar. El circo en las comunidades puede convertirse en una herramienta para generar procesos participativos, además que siempre nos lleva a un estado de felicidad, de alegría en colectivo, de ahí que tenga una función social tan importante. Es espectáculo que nos seduce los sentidos y nos llena de emociones, el circo es el intento de conquistar lo imposible, un camino en busca de la belleza en el que fuerza, riesgo, agilidad, destreza y picardía se armonizan para conseguir un escalofrío en el espinazo, una risa espontánea o una rendición incondicional. Por eso hay que decir que el circo es el compendio de todas las artes escénicas. Este tema es relevante para la visión del trabajo comunitario a través del arte circense, ya que se busca incentivar la enseñanza y práctica de este arte en la comunidad donde se desarrollan, interactúan y se desenvuelven los beneficiarios a quienes va dirigida esta intervención buscando fomentar el desarrollo de los factores protectores de los participantes a nivel comunitario, entregando y delegando a ellos la responsabilidad de proporcionar un espacio para que los niños/as y jóvenes puedan practicar este arte (Circo Ambulante, 2007), la intencionalidad es que al igual que la visión de la psicología comunitaria se genere un sentido de comunidad y de pertenencia. La enseñanza y la práctica de las diversas disciplinas circenses no constituyen un fin en sí mismas; es decir, el objetivo principal no es la ejecución técnica y perfecta de los malabares, acrobacias o equilibrios que hayan aprendido, sino que lo importante es el desarrollo integral de la persona El Circo está en pleno crecimiento y transformación, creemos que este es el momento ideal para divulgar este maravilloso arte, y nada mejor que emplear los espacios comunitarios como vehículo diseminador de este legado de la cultura corporal. 

Estoy plenamente convencida que la aplicación de los juegos circenses puede contribuir substancialmente al proceso educativo en cualquier ámbito o nivel, y que además, puede abrir nuevas perspectivas formativas, desde una educación integradora. Se debe crear programas permanentes de formación del Circo Social Venezolano que se complementan con la activación de Escuelas Alternativas para las Artes y Saberes Populares, que imparten cátedras de teatro, música, danza, artes plásticas y circo en comunidades rurales y urbanas. Como plan itinerante que contemplen formación circense y formación social para fortalecer aptitudes, valores y habilidades que permitan a los participantes establecer buenas relaciones interpersonales, mejorar la convivencia en cada comunidad, trabajar en equipo y valorar el circo como una herramienta de transformación social. El circo social es una innovadora estrategia de intervención social y comunitaria en expansión en numerosos sectores de la educación y la psicología de todo el mundo. Basada en la enseñanza práctica de las diversas disciplinas circenses (malabares, acrobacias, aéreos, equilibrios, clown, etc.), el circo social se orienta a poblaciones marcadas por situaciones de vulnerabilidad social. En cada sector de las comunidades se hace necesario, realizar estas actividades ya que según el diagnostico tanto perceptivo, como cuantificable nos muestra la realidad que los niños (as) y adolescentes necesitan un espacio para su recreación, desarrollo donde las artes circenses son de su interés claro está que con el poco recurso son muy pocos los que pueden acudir a los espectáculos, sin embargo, cuando se realiza una actividad cultura, con muestras de alguna acrobacia, malabares. Se denota la gran asistencia hacia ciertas artes como sus ojos quedan atrapados en ver algún número. Por eso se debe de fortalecer estas áreas y realizar proyectos comunitarios con el enfoque de transformación social desde las artes. Ya que estas prácticas disciplina a los niños y los ayuda en todas las demás áreas ya que esto es un estudio integral que brinda bienestar general. En el área social, buscamos asociar el arte a la transformación social, involucrar a los artistas con su entorno geográfico y cultural. También queremos generar en la  población y comunidad la identificación y participación activa en las actividades y talleres de circo, no sólo como espectadores, sino como agentes culturales. Ocupamos las técnicas circenses como una herramienta de cambio y desarrollo personal en los niños, niñas y jóvenes a quienes entregamos nuestros talleres. Usamos el concepto de resiliencia para abordar a niños en riesgo social y vulnerable y aprovechamos para motivarlos el desafío del riesgo controlado en lugar del riesgo azaroso e incierto de la calle. Concebimos al circo como un espacio libre, mágico y lúdico, donde el rigor, la disciplina y la perseverancia culminan con logros concretos que nuestros alumnos y nuestro entorno puede vivenciar. Estimulamos la autovaloración, el sentido del humor y favorecemos las redes sociales y de pertenencia. Favorecer el desarrollo personal y social de los jóvenes promotores del proyecto y su participación activa en la sociedad. Promover la reinserción social de los/las menores en riesgo de exclusión social mediante la adquisición de conocimientos en técnicas circenses, y la interiorización de valores y actitudes que se trabajan con la formación en circo como la constancia, la superación y el esfuerzo, el trabajo en equipo, la creatividad, la autoestima… Difundir la cultura circense y en especial en Circo Social. se evidencia la manera en que se piensa la cultura como recurso. Con sus matices, las artes circenses se presentan precisamente como un recurso para modificar la desigualdad en el acceso a derechos culturales, atacando situaciones disímiles en la producción, la reproducción y consumo cultural. 

En el caso de Circo Social del van aún más lejos, intentando modificar las opciones de trabajo de los jóvenes de sectores vulnerables y brindándoles una formación que se puede convertir en una futura profesión. Se hace necesario promover la cultura, principios y valores morales en todos los espacios y niveles de nuestra sociedad, atendiendo a todo el colectivo que necesite apoyo en cuanto a formación humana para la recreación y la convivencia ciudadana; elementos esenciales para nuestra transformación hacia el modelo social que anhelamos «El clown estudia la incoherencia, y la Incoherencia tiene necesidad de inteligencia, Una inteligencia que se aleja de la visión común De los dramas, que cambia la dimensión de Las cosas, que transforma la proporción de la Realidad».

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